La vuelta a los origenes en la empresa.

Publicado: javiermegias.com

vuelta-origenes-empresaVivimos inmersos en una época de gran incertidumbre para las empresas, que a pesar de seguir esforzándose por mejorar y ser más competitivas, ven poco a poco cómo sus márgenes se reducen. Es una época donde la mayoría de las compañías esconden la cabeza y esperan temerosas a que acabe la tormenta, a que finalice la famosa crisis…

…pero sin querer aceptar que la crisis, entendida como un suceso acotado en el tiempo, ya ha acabado y que los “viejos buenos tiempos” no volverán.

Debemos interiorizar que la situación actual no es algo temporal, sino que es una nueva realidad, diferente, y que durará muchos tiempo… así que esta es la nueva “normalidad”. En este nuevo mundo la competencia es global, ser barato ya no es suficiente y los clientes saben perfectamente lo que quieren.  ¿Y qué podemos hacer?

¿Es la innovación la solución, esa manida palabra que políticos y bufones han reducido al absurdo?

En mi opinión lo es sólo en la medida que nos ayuda a generar valor de una forma diferente, a replantear nuestra posición en el mercado, algo nada sencillo… pero no porque debamos contratar a sesudos expertos que nos ayuden a desentrañar el secreto de la piedra filosofal, sino porque nos va a obligar a bajarnos de nuestra torre de marfil, salir de nuestra zona de confort y recordar lo más importante en una empresa: que construimos productos para resolver los problemas de un cliente, no para hacernos ricos (porque el dinero debería ser la consecuencia natural de hacer las cosas bien, no un fin per se)

Esta vuelta a los orígenes, esta innovación centrada en el cliente tiene poco de magia y mucho de sensatez: basta ya de contratar carísimos estudios de mercado o entrevistas anónimas que evaluar apoltronados en nuestros cómodos despachos. ¿Y si salimos a la calle a escuchar de verdad a nuestros clientes, haciendo un esfuerzo por ir más allá del “¿cómo venderles nuestro producto?” y esforzarnos en comprender sus problemas y contexto?

Es como en esa relación de pareja que, gastada por los años, ambos han perdido la ilusión y continúan juntos por pura rutina. Nada en esta situación como tomar distancia, mirar con nuevos ojos a ese cliente, intentando ver el mundo como él lo ve… y luego intentar hacerlo feliz como la primera vez.

Porque que esto no va de ti y de tu producto, sino de tu cliente y sus problemas.

En este nuevo mundo las ventajas competitivas no vienen por tener procesos muy optimizados y estructuras de costes muy baratas. Vienen por ser capaces de crear valor real y tangible para un cliente desencantado de las empresas “de siempre”… lo que supone que vamos a tener que hacer un esfuerzo real y genuino por comprender lo que necesita este cliente y crear un estupendo producto que realmente cambie su mundo… y tranquilo, lo demás vendrá sólo.

Esto va a suponer salir de nuestra zona de confort, replantear la forma tradicional de hacer las cosas y posiblemente cuestionar todas las verdades fundamentales sobre las que hemos construido la empresa…  sin duda será duro, pero ¿cuál es la alternativa?

Este artículo fue publicado originalmente en mi columna de VLCNews

Enlace: http://javiermegias.com/blog/2013/04/vuelta-a-los-origenes-en-la-empresa/

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